En los primeros carteles de Bielsa para vender su candidatura en Mislata, Valencia, cuesta identificar a qué partido pertenece. "Hay conceptos importantes para nosotros como es la imagen de marca", cuenta el candidato, una marca propia alejada del puño con la rosa socialista. "Creo que es más importante el mensaje que se quiere trasladar, la imagen, el diseño…"

Poca gaviota y mucho color en la imagen del aspirante popular y actual aspirante de Almonte. En su web hay que afinar la vista para encontrar las siglas del PP. “Lo que importa es el candidato que es el que tiene que está grande. El problema sería que el candidato estuviese chico y las marcas muy grandes”, reflexiona José Antonio Domínguez.

Aunque el presidente Rajoy, tiene claro que su firma vende. "El partido y la sigla PP es la que nos va a hacer ganar de nuevo las elecciones", afirmaba en la última reunión de su agrupación.

Los emblemas del castigado bipartidismo quedan reducidos a la mínima expresión en las imágenes de muchos de los candidatos. Son nuevos modelos de comunicación política que intentan no estar lastrados por los grandes partidos.

Susana Díaz ya lo hizo durante la campaña andaluza. Mucho más Susana que PSOE… y no le fue mal. Su compañero de partido, Emilio Garcá-Page, cambia el rojo PSOE por el magenta para vender su candidatura en Castilla-La Mancha, aunque asegura que no trata de distanciarse de la marca: "El PSOE tiene que poner en valor que podemos presentar a muchos candidatos que dan la cara".

No aparecen gaviotas ni ‘pes’ en el vídeo promocional de José Antonio Monago. Él, hasta se agencia un círculo como marca propia, a que a muchos recuerda al distintivo de Podemos.