Los Mossos d'Esquadra detuvieron la noche del sábado durante los disturbios en la protesta en Barcelona en apoyo al rapero Pablo Hasél a un total de 14 personas, ha informado el cuerpo en un comunicado.

De estas 14 detenciones, tres fueron por robo con fuerza en un quiosco, y las otras 10 relacionadas con actos vandálicos y desordenes públicos. Una de esas detenciones se ha dado durante la mañana de este domingo.

La manifestación pacífica empezó hacia las 18.00 horas, y llegó a reunir a unas 4.000 personas; más tarde, hacia las 20.30, algunos participantes empezaron a causar destrozos en la vía pública y a protagonizar otra noche de disturbios, e incluso prendieron fuego a una furgoneta de la Guardia Urbana en La Rambla con al menos un agente dentro, que consiguió salir indemne.

La marcha transcurrió sin problemas hasta que grupos minoritarios de manifestantes han empezado a quitar alcantarillas y a arrojarlas a los Mossos. También han lanzado fuegos artificiales y han incendiado sucursales bancarias. La movilización se ha encaminado hacia la zona más comercial de Barcelona, donde ha empezado a darse la undécima jornada de altercados.

En Las Ramblas se han vivido sin duda los momentos más tensos de este encuentro. Un grupo de violentos ha utilizado piedras, botellas y petardos para atacar una comisaría de la Guardia Urbana, lo que ha llevado a los agentes a desplazarse al lugar de los hechos para dispersar a las personas concentradas.

En Sabadell se ha dado un incidente aislando: un grupo de manifestantes ha golpeado un cajero automático, sin que se produjeran incidentes más notorios. Se dio así una nueva jornada de manifestaciones que empezó a primera hora del día, cuando un grupo de unos 60 manifestantes ha cortado la AP7 en su paso por la ciudad y que minutos más tarde los Mossos han desalojado.