Días "caóticos", de "muchos nervios" y de "mucho miedo". Es lo que Rosa, auxiliar de enfermería en una residencia de ancianos, relata en un vídeo en el que resume el sentimiento de los últimos días en su puesto de trabajo en plena crisis por el coronavirus.

"La sensación que tenemos es que no llegamos a hacer todo lo suficiente, que no llegamos a hacer todo lo que necesitan nuestros residentes", afirma.

La cifra de afectados en las residencias de mayores aumenta cada día. El Gobierno, que ha asumido la gestión desde la declaración del estado de alarma, explica que es imposible conocer el número exacto, pero admiten los problemas de suministros.

Pablo Iglesias reconocía que ha habido "escasez en los equipos de protección", problema al que se suma la falta de personal. Pero desde los sindicatos señalan las dificultades para solucionarlo, como la problemática de que las bolsas de empleo se encuentran "agotadas".

Esto hace que el personal ya contratado asume más carga de trabajo, a lo que se une un nuevo problema: la presión psicológica. La relación con los pacientes es mucho más prolongada en el tiempo.

La situación en las residencias se complica cada día. Por eso, la Unidad Militar de Emergencias ha tenido que intervenir en 11 de ellas.