Los niños han sido desde el principio de la pandemia uno de los grupos más relevantes a la hora de gestionar la emergencia sanitaria. Desde el cierre de los colegios o la vuelta en septiembre, hasta saber si son grupos contagiosos o no. Ahora, y de cara a la Navidad, surge una nueva duda: ¿cuentan o no de cara a los límites de personas en las celebraciones?

La veda la abrió el presidente de Galicia, Alberto Núñez Feijóo, que todavía está perfilando el plan de su Comunidad de cara a las Navidades. El Gobierno apuesta por comidas y cenas de seis personas máximo si incluyen no convivientes, pero la redacción del borrador es abierta. Tanto, que Feijóo considera que solo los adultos deberían incluirse en ese cómputo.

"El cómputo de niños sobre adultos debería de tener una metodología distinta", asegura Feijóo.

Esto abre la puerta a que las reuniones sean de seis adultos, como recomienda el Ejecutivo central, a los que se sumaría un número indeterminado de niños.

"Prefiero no improvisar, no voy a entrar en una discusión si son diez, seis u ocho", ha dicho Feijóo, que promete hacer públicos los planes de la Xunta con la suficiente antelación.

Galicia no es la única comunidad en suscitar el debate. Según la propuesta que este miércoles llevó Euskadi al Consejo Interterritorial de Salud, los vascos son partidarios de que sí se los incluya. "Se suscita la pregunta de si los menores están incluidos en el cómputo. Somos partidarios de que así sea", propuso el Ejecutivo vasco.

El ejemplo alemán

En la esfera internacional, el ejemplo a seguir es el de Alemania. La cancillería y los estados federales llegaron a un acuerdo por el que flexibilizar en cierta medida las restricciones. Se podrán celebrar reuniones de 10 personas, aunque los menores de 14 años no se incluirán en la cuenta.

"No es ni posible ni responsable flexibilizar más las restricciones", ha dicho la canciller alemana, Angela Merkel, en el parlamento del país.