Visiblemente nervioso, a juzgar por el meneo de sus piernas, con la voz temblorosa y la garganta completamente seca. Así fue la declaración de casi tres horas de Ignacio González ante el juez Velasco. Su estrategia, un clásico en estos casos con dos ejes: negarlo todo y esparcir la porquería.

González señala a su jefa en el caso de la adjudicación ilegal de un campo de golf. "Esperanza Aguirre conocía la modificación del proyecto del Canal Golf", afirma durante el interrogatorio. También apunta al consejero de Hacienda: "Dentro de los consejeros estaba también el de Hacienda, que era el encargado de controlar".

Su dedo también se dirige hacia Alberto Ruiz Gallardón, al frente del Canal cuando se compró Inassa, en la que, según palabras del propio González en un pinchazo telefónico, se pagaron 100 millones por una empresa que no valía ni 30. El Fiscal carlos Yáñez se muestra escadalizado con algunas de las operaciones y cómo hablan los acusados de ellas.

"Hay conversaciones que son pornográficas desde el punto de vista de la corrupción", afirma en la grabación Yáñez, que tampoco se cree las explicaciones de González. Por ello, pide para prisión incondicional el expresidente, "comunicada y sin fianza". Una petición que fue atendida por el juez.