La decisión final de Pedro Sánchez podría ser mirar a su derecha. Cuenta El País que los socialistas habrían pactado con Ciudadanos elaborar una estrategia común.

Un programa de Gobierno lo suficientemente atractivo que coloque a Podemos en la tesitura de elegir entre su abstención o decir 'no' a un proyecto reformista y de progreso.

"Unas comisiones de trabajo abiertas, unos equipos de trabajo en los que estamos dialogando sobre propuestas concretas", ha señalado Miguel Gutiérrez, diputado de Ciudadanos.

El partido de Pablo Iglesias mantiene que dirá 'no' a un Gobierno con tintes naranjas, e Izquierda Unida dice que no le regalará el 'sí' a Sánchez. "Si nos gusta ese programa, puede que votemos a favor. Si no nos gusta, no lo haremos", sentenció Alberto Garzón, líder de Izquierda Unida, en laSexta Noche.

En público, el PSOE sigue pretendiendo a Podemos para construir su Ejecutivo. "Nos vamos a sentar con POdemos. Estamos deseando hablar con ellos", ha asegurado Antonio Hernando, secretario de Relaciones Institucionales del PSOE.

Aunque los de Pablo Iglesias se abstuvieran, la suma seguiría siendo compleja; incluso para la segunda vuelta, donde necesita más 'sí' que 'no'.

Esta opción contará con el voto en contra del Partido Popular. Y dependerá del PNV, que le sigue urgiendo a elegir antes de seguir negociando y que no sumaría  con el partido de Rivera si se enfrenta al régimen foral vasco.

Tampoco lo harían los independentistas catalanes, que ya advirtieron de que no les gusta ni PP ni Ciudadanos. Lo que es seguro es que Sánchez tendrá en su contra a Rajoy. La próxima semana podría ser la del entendimiento.