La Región de Murcia ha prohibido el ocio nocturno en el interior de locales, que a partir de ahora solo se permitirá en terrazas y exteriores, con los clientes sentados y guardando las distancias de seguridad. Asimismo, el Gobierno murciano ha limitado a un máximo de 15 el número de personas que se pueden reunir para eventos públicos o privados.

Según han precisado desde el Ejecutivo regional, esta nueva limitación a las reuniones, que hasta ahora estaba en 30 personas, se refiere a aquellas de tipo social, familiar o grupos en terrazas. Los aforos de bodas y restaurantes, en cambio, siguen rigiéndose por las mismas normas de aforo que ya estaban establecidas.

Entre las medidas anunciadas se encuentra también el cierre de los centros de día para mayores en las localidades de Cieza y Totana, así como la restricción de visitas en las residencias de ancianos en estos dos municipios y Murcia.

El consejero de Salud, Manuel Villegas, ha informado este lunes de las nuevas restricciones para frenar los contagios de coronavirus, que el presidente autonómico, Fernando López-Miras, ha publicado asimismo en Twitter. Medidas que se unen así al uso obligatorio de mascarilla, decretado en la región para los mayores de seis años hace una semana.

Brote en una zona de fiesta

La decisión la ha adoptado el comité de seguimiento sobre la COVID-19 tras detectar un constante aumento de nuevos casos en los últimos días, relacionados con el brote surgido hace un mes a raíz de tres personas contagiadas que llegaron desde Bolivia. De las 105 personas afectadas, al menos 40 se contagiaron en locales de ocio nocturno de la zona de Atalayas, en Murcia, clausurados el viernes.

Villegas ha señalado que a partir de ahora se considerará a estas personas un brote independiente al de Bolivia, puesto que los primeros casos del mismo están próximos a recibir el alta y ahora los que más preocupan son los derivados de esos locales.

Por este motivo, ha reiterado el llamamiento a todas las personas que hayan salido de fiesta por esa zona en el mes de julio o que hayan estado en el local también cerrado en Totana (que acumula tres contagios), para que pidan cita por teléfono o Internet para someterse a la prueba PCR, algo que este fin de semana han hecho ya unas 900 personas.

Asimismo, ha insistido en la importancia de respetar las cuarentenas prescritas por los servicios médicos, aunque el resultado sea negativo. "Independientemente de los resultados de las pruebas, si el médico se lo dice, tiene que hacer esa cuarentena, porque existe la posibilidad de que pueda contagiar a otros", ha reiterado.

En ese sentido, ha advertido de que este brote se desarrollaba inicialmente en una franja de edad entre 20 y 40 años, pero se ha propagado ya por familiares y contactos, afectando a personas de todas las edades, desde bebés hasta ancianos, los que más preocupan. "Si las cuarentenas no se entienden y hay laxitud en las medidas, la curva volverá a ascender, aumentarán los ingresos hospitalarios y, desgraciadamente, habrá problemas", ha advertido.