Con pelotas de goma, la Policía española intentaba frenar la avalancha de más de 3.000 personas en la frontera del Tarajal, en Ceuta. Una veintena de agentes han resultado heridos después de que los civiles marroquíes les atacaran lanzando piedras y palos desde el otro lado de la valla.

Al parecer, los graves disturbios se han originado debido al cierre de la verja por parte de las autoridades españolas. La Delegación del Gobierno en Ceuta asegura que la tremenda aglomeración de gente en el paso fronterizo hizo que lo tuvieran que cerrar.

La mayoría de ellos eran porteadores, personas que cruzan cada día a España para comprar mercancías que después venden en su país. Marruecos sólo permite el paso a la ciudad autónoma de Ceuta hasta las 10:30 de la mañana, por lo que este paso fronterizo se convierte en un verdadero escenario de caos y colapso.

Avalanchas como ésta han ocurrido en más ocasiones. Por eso España lleva varios meses esperando a que finalicen las obras del Tarajal II, un canal de paso bastante más amplio que permitiría un tránsito mucho más fluido. Hasta entonces, barreras y personas se seguirán mezclando.