La ministra de Hacienda, María Jesús Montero, se ha desmarcado de la bajada de impuestos vía IRPF anunciada por el presidente socialista de la Comunitat Valenciana, Ximo Puig, aunque ha acusado al PP de hacer dumping fiscal y generar un efecto dominó a la baja que obliga a otras comunidades a reducir sus impuestos para no quedar en una peor posición después de que Juanma Moreno Bonilla anunciara que seguiría los pasos de Ayuso y suprimiría el impuesto de patrimonio en la región.

En una entrevista en Onda Madrid la titular de Hacienda ha señalado que las comunidades gobernadas por el PP están llevando la delantera en la bajada de impuestos, en referencia a las rebajas en el IRPF y la eliminación del tributo sobre el patrimonio anunciadas recientemente.

Así, ha señalado que estas medidas del PP -que ha calificado como "dumping fiscal"- están provocando que otras comunidades autónomas se vean "forzadas, obligadas o invitadas" a bajar impuestos para no quedar "en una posición peor" respecto a otras. En este punto ha mencionado a la Comunidad de Madrid que se beneficia del "efecto capitalidad", según ha sostenido.

De este modo, ha señalado que las rebajas fiscales anunciadas por el PP provocan un "efecto dominó" que causa un "vaciamiento fiscal". "No es bueno que las CCAA inicien esa espiral", ha indicado, y que "se ven obligadas a hacer algo que ni siquiera quieren, para competir con otras", ha añadido.

El presidente de la Comunidad Valenciana anunció este lunes algunas medidas fiscales que beneficiarán a los ciudadanos que cobren menos de 60.000 euros al año: el aumento en un 10% de la cuantía exenta de tributación a todos los valencianos, una nueva tarifa autonómica del IRPF para 2022 con nuevos tramos adaptados a la inflación, y la ampliación en un 10% de todas las deducciones y bonificaciones fiscales.

En este punto, al ser preguntada directamente si no le había gustado la decisión de Puig, Montero ha señalado que ha sido "clara" en su respuesta y a continuación ha indicado que desde el Gobierno ya venían advirtiendo de que las bajadas fiscales y "el contagio" que podía provocar en otras regiones era una situación que "no tiene sentido".

En esta línea, la ministra ha señalado que carece de sentido que una comunidad autónoma baje impuestos y luego pida más recursos al Gobierno de España. Del mismo modo ha rechazado que España esté pidiendo recursos a la Unión Europea -"140.000 millones de deuda mutualizada que pagamos todos los europeos", en referencia a los fondos de recuperación, según ha recordado- y que luego baje la recaudación dentro de su competencia fiscal.

Por tanto, ha pedido ser "coherentes" para poder procurar el bienestar de la mayoría de los ciudadanos del país y la eficiencia de la economía. "No tiene sentido hacer una cosa con una mano y con la otra la contraria", ha reiterado.

La reforma de Puig

Puig ha anunciado una reforma fiscal "progresiva" que, asegura, va dirigida a todos los valencianos "que cobran menos de 60.000 euros", el 97,4% del total. Se trata de una batería de medidas fiscales que incluyen un aumento de todas las deducciones fiscales y de la cuantía exenta de tributación, una nueva tarifa autonómica del IRPF y una deducción fiscal para las hipotecas. Medidas que, según ha adelantado, tendrán efecto retroactivo desde el 1 de enero, por lo que ya serán de aplicación en la renta 2022.

En concreto, Puig ha anunciado que todas las deducciones aumentan un 10% y ha citado como ejemplo las deducciones por hijo, por arrendamiento de vivienda, por familia numerosa o monoparental, por conciliación del trabajo con vida la vida familiar o por gastos de guardería o colegio en hijos menores de dos años. Según ha incidido, además de aumentar la cuantía de las deducciones, también podrán acogerse más personas a ellas, al pasar de 25.000 a 30.000 euros las rentas que pueden beneficiarse.