El exdelegado del Gobierno de Cataluña Josep Enric Millo, que testifica en el Tribunal Supremo en el juicio del 'procés', ha denunciado que el 1-O se formaron "masas, murallas de personas, dispuestas a enfrentarse, a oponerse, en algunos casos violentamente," a la policía judicial que cumplía con el mandato de impedir el referéndum: "Vimos ejercer la violencia contra agentes de manera clara, en un choque evidente".

"Fue una declaración institucional muy desafortunada porque se incrementó el número de personas concentradas en los mal llamados colegios electorales, para formar masas, murallas de personas, dispuestas a enfrentarse, oponerse, en algunos casos violentamente a la policía judicial", ha denunciado.

Millo ha cerrado filas con la actuación de la Policía Nacional y la Guardia Civil el 1-O y ha señalado que en días posteriores les visitó para conocer de primera mano cómo habían vivido aquella jornada, ante lo que oyó "testimonios estremecedores" ya que tuvieron que afrontar una situación "difícil y compleja", cumpliendo con su deber de manera "ejemplar". "No era nada fácil, pude ver dedos rotos, alguna fractura de piernas, un chaleco antibalas rajado de extremo a extremo, y esto con una uña no se puede hacer, hay que utilizar un objeto punzante", ha detallado Millo.

Un agente también le contó que había caído en la 'trampa del Fairy': "verter detergente en la entrada de un colegio para que cuando los policías entraran, resbalaran, cayeran y luego les patearan en la cabeza". Ahí, el presidente del tribunal, Manuel Marchena, ha tenido que parar al testigo ante el murmullo en la sala: "Forma parte de la normalidad más absoluta que la declaración del testigo pueda no gustar... pero lo que yo les pido por favor a todos los que están hoy en esta sala es que eviten las muestras de aprobación y desaprobación".

Según Millo, los agentes también relataron que algunos de los concentrados para entorpecer la labor policial emplearon "artes marciales" para golpearles, también en la nunca. Por el contrario, ha negado que días después al 1-O pidiese disculpas en una entrevista por la actuación policial: "Nada más lejos de mi voluntad". A su juicio, se desnaturalizó su mensaje, con el que realmente se disculpaba ante los ciudadanos que participaron el 1-O "engañados por su gobierno" y se encontraron "una situación totalmente desagradable", algo que debía haber hecho Puigdemont, el "único responsable" de todo aquello.

Tras la explicación del exdelegado sobre la 'trampa del Fairy', las redes sociales se han inundado de memes y chistes, con los que algunos han hecho similitudes con la comedia noventera 'Solo en Casa'.