Centenares de personas se han concentrando este domingo en el cementerio de La Almudena de Madrid para protestar, una vez más, por la retirada de las placas honoríficas de las víctimas de la Guerra Civil y la dictadura. Una acción que llevó a cabo recientemente el Gobierno de José Luis Martínez-Almeida, y que le ha costado al dirigente popular una lluvia de críticas.

Entre banderas republicanas y un recital en recuerdo de Miguel Hernández, han exigido a la corporación municipal que restituya el memorial de las personas que fueron fusiladas durante el franquismo. Precisamente, al tiempo que han clamado contra el olvido de los nombres de los asesinados, también han pedido recuperar los versos del poema 'El Herido', del poeta de Orihuela, que fueron eliminados junto a las placas en recuerdo de los caídos.

"Para la libertad me desprendo a balazos / de los que han revolcado su estatua por el lodo". Son los versos con los que Miguel Hernández da vida al poema que abrigaba hasta hace relativamente poco el monumento. En ellos cobra fuerza la voz de un soldado herido, símbolo de aquellos que sólo encontraron el dolor y la muerte durante los años de contienda civil en España; el mismo poema que Hernández cerraba con un canto a la eterna lucha por la libertad (porque soy como el árbol talado, que retoño / porque aún tengo la vida) y que el Ayuntamiento de Madrid ha decidido borrar.

Las placas de las víctimas del franquismo retiradas del memorial de La Almudena

"Sin las placas que recuerdan a las víctimas, leales a la democracia, sus palabras y sus nombres, cualquier monumento se queda vacío, se convierte en piedra para la traición. Contra la historia traicionada, la memoria; contra los versos arrancados, la cultura", reza el manifiesto publicado para la ocasión. En el acto han participado escritores y poetas de la talla de Almudena Grandes, Luis García Montero y Juan Carlos Mestre, que han reivindicado la memoria de Miguel Hernández y han recitado otros versos del dramaturgo.

El primero en intervenir ha sido José Luis Ferri, autor de la biografía del poeta, José Luis Ferri. "El miedo ha regresado, el miedo a unos versos y a un poeta 80 años después", ha denunciado el escritor, que se ha preguntado: "¿Qué capítulo nos hemos perdido para vernos de nuevo en el pasado?". El recital, que ha comenzado con la lectura de 'Un soneto de amor', se ha visto interrumpido varias veces por un público que ha clamado consignas como 'No pasarán' o 'Almeida dimisión' mientras ondeaban varias banderas tricolores.

"Escupen sobre las tumbas de nuestro pasado"

La asociación La Libre de Barrio, que ha organizado el recital, ha puesto fin a este encuentro censurando "los herederos políticos del franquismo, ahora en el Ayuntamiento de Madrid, han comenzado una campaña de humillación" a las víctimas, y han denunciado: "Martínez-Almeida y Villacís, arrodillados ante Ortega Smith han escupido sobre las tumbas de nuestro pasado". Tras esta intervención, las personas concentradas han cantado 'Nana de la cebolla' (poema escrito por Miguel Hernández en 1939 y dedicado a su segundo hijo, Manuel Miguel, cuando se encontraba preso en la cárcel de Torrijos) al ritmo de un coro que ha reivindicado la memoria de los fusilados.

No es la primera vez que el Cementerio de La Almudena se convierte en sede de manifestaciones en rechazo a las políticas contra la Memoria Histórica. Solo una semana antes, otra protesta llevada a cabo en la principal necrópolis de Madrid desplegó una hoja de 15 metros de largo sobre el memorial a las víctimas de la Guerra Civil. En el papel aparecían enumeradas las 2.936 personas que el franquismo represalió entre 1939 y 1944.

Con esta acción, los manifestantes pretendían reemplazar de forma irónica las placas de granito con los nombres de las víctimas que formaban parte del proyecto original. Todo con el objetivo de cargar contra la decisión del consistorio de desmantelar el memorial.

Almeida, entre la investigación y la defensa de la "resignificación"

Las protestas no son el único problema con el que se ha topado el alcalde de Madrid en La Almudena. También en los últimos días se ha podido saber que el Tribunal de Cuentas ha abierto una investigación por la decisión del Ayuntamiento de retirar las placas de víctimas franquistas. Este paso se da tras una denuncia por un delito de prevaricación presentada por la Asociación Memorialista Ranz Orosas.

En esta denuncia, que fue presentada ante órgano de control del gasto de las administraciones públicas, los defensores de la Memoria Histórica consideraban que el alcalde, José Luis Martínez Almeida, podría haber incurrido en un delito de prevaricación al paralizar este monumento cuando quedaban tres semanas para acabarlo y estaba ejecutado en un 80%.

Por su parte, Martínez-Almeida ha defendido varias veces la acción de su consistorio al entender que se está llevando a cabo una "resignificación" del memorial de las víctimas frente a una "izquierda sectaria". El alcalde de Madrid ha asegurado que desde su equipo municipal están reivindicando así el espíritu de la "transición" al homenajear a "todos", incluyendo una frase de Manuel Azaña ('Paz, piedad y perdón').

Con estos argumentos ha criticado duramente el proyecto llevado a cabo originalmente por el anterior equipo de Gobierno liderado por Manuela Carmena. Martínez-Almeida ha denunciado que con el memorial expuesto hasta ahora en La Almudena se pretendía "primar a unas víctimas sobre otras" y "establecer una determinada visión de la historia".