Paco Arcadio, el guerrillero español que lucha contra ISIS, teme que la policía española lo detenga cuando vuelva a casa. Confía en que en la justitica española actúe como la holandesa y que tras cinco meses en el frente no le imputen ningún delito. LOs ocho españoles que lucharon en Ucrania con el bando prorruso fueron detenidos y están acusados de poner en peligro la neutralidad de España, entre otros cargos.

En la maraña de una guerra poco se piensa en el mañana. Pero el peso de la batalla empieza a hacer mella en Paco. En la conversación que hemos mantenido desde laSexta Noticias con él sobrevuela la idea de una vuelta inminente a España. "Espero que debido al compromiso que habido por parte de occidente de combatir contra el Daesh (ISIS), que todos los combatientes internacionales que estamos aquí podamos volver a nuestros países sin sufrir ningún tipo de represalias", explica Paco.

Se agarra al compromiso de la lucha contra ISIS como su salvoconducto. Así defienden su guerra, solidaria. Dicen estar por todos: "Es una lucha por todo el mundo". Y es una lucha por encima de todo. "Puede ser muy duro para nuestras familias, para nuestras parejas, pero hay momentos en la vida que lo primero es lo primero".

La organización de la que partieron en España reconoce que pueden existir esos problemas legales a su vuelta tras luchar en Siria e Irak. Por ello piden que se imite a la Fiscalía holandesa que anunció no presentar
cargos contra sus ciudadanos que combaten a ISIS.

Existe un antecedente en nuestro país. Varios españoles se fueron a Ucrania a luchar en las milicias prorrusas. Los vimos sobre el terreno. A su vuelta fueron detenidos. Están acusados de varios delitos. Su abogado, Antonio Segura, explcia que "se les está acusando de tenencia de armas y explosivos y de poner en peligro la neutralidad de España".

Precedente que hace pensar que los dos españoles correrán una suerte parecida. Tendrán problemas incluso para salir de donde están. En la vecina Turquía persiguen y acusan de terroristas a los combatientes de
las milicias kurdas que mantienen vínculos con el PKK.

Su presente pasa por Siria ante el reclamo de sus camaradas para hacer frente al duro asedio de ISIS. Un contexto que hace de su futuro algo incierto, entregado a la suerte de una guerra y a la rigidez de las leyes. En su quinto mes de lucha, la idea del retorno comienza a estar presente. Tal vez seamos testigos de ese viaje de vuelta a casa, lleno de temores.