Esta es la carta íntegra escrita por Pedro Sánchez:

Hoy en el Congreso se han dicho y hecho cosas terribles. No es la primera vez. Yo mismo he sido objeto de palabras gruesas y graves insultos hace pocas semanas.

Me gustaría empezar mostrando toda mi solidaridad con el ministro Borrell, que ha tenido que soportar palabras y gestos inaceptables. Y agradecer a la presidenta del Congreso sus palabras y su defensa de la moderación.

Dicho esto, creo que es el momento de que todos y todas hagamos una reflexión. En especial, los diputados y diputadas que utilizan la palabra para insultar y no para dialogar. Con sus actuaciones no solo se descalifican a sí mismos, también socavan la dignidad de una institución tan importante como el Congreso de los Diputados. Socavan la dignidad misma de la Democracia.

En segundo lugar, creo que todos los que cada miércoles nos reunimos en las sesiones de control del Congreso, tanto diputados como miembros del Gobierno, debemos pedir disculpas. El espectáculo presenciado hoy y otros días, sean quienes sean los protagonistas y los responsables, nos afecta a todos y todas.

Los diputados de todos los grupos políticos y los miembros del Gobierno tenemos la más importante y honorable misión que puede tener un ciudadano: representar y defender los intereses del conjunto de la sociedad que vota cada cuatro años para que así lo hagamos. Debemos estar a la altura. No estarlo significa decepcionar a la ciudadanía.

No hay nada más peligroso para una democracia que la desafección ciudadana ante sus representantes e instituciones, y lo sucedido hoy camina en esa dirección.

Estamos a pocas fechas de la celebración del 40 aniversario de nuestra Constitución. Cuarenta años de democracia, acuerdos y convivencia que sin lugar a dudas han sido los mejores cuarenta años de toda nuestra Historia.

Hago un llamamiento a todos los representantes políticos para que desde la defensa de los ideales y principios de cada uno, trabajemos para que los debates siempre sean sosegados y constructivos. Los españoles y españolas no se merecen otra cosa.

Reitero: creo que todos debemos pedir disculpas a la sociedad. Yo, como presidente del Gobierno y por tanto máximo responsable político de nuestro país, lo hago. Pido disculpas a la sociedad.

Y conmino a sus señorías para que, si bien lo visto hoy en el Congreso no es la primera vez que sucede, sí sea la última.