Se ha agarrado de su brazo durante años. A la esposa de Jaume Matas, Mayte Areal, supuestamente se le hizo un contrato ficticio en un hotel de lujo a razón de 3.000 euros mensuales por no hacer nada.

El fiscal cree que Jaume Matas presionó al dueño del hotel para que fingiera el contrato a su mujer y de esta manera disfrazar el cohecho. Es decir, según el fiscal, los 42.000 euros que acabó pagando el empresario mallorquín a la familia Matas podrían haber sido un regalo por todos los actos que el Partido Popular realizaba en su hotel.

Pero no es la primera vez que Matas se sienta en banquillo por corrupción. Ha habido más juicios en los que el expresident también ha tenido que hablar de su mujer. Si esta vez es declarado culpable, Matas tendría que devolver los 42.000 que cobró su mujer y además hacer frente a una multa 9.000 euros.

Nada de cárcel. Aunque en esta ocasión el veredicto dependerá de un jurado popular compuesto por nueve ciudadanos.