Antes de que se celebre el referéndum del 1 de octubre, representantes de las formaciones nacionalistas de Galicia han liderado una manifestación en la que los asistentes han reiterado que "votar no es un delito". Ataviados con banderas tanto de Cataluña como de Galicia, los manifestantes han repartido papeletas de votación y han paseado una urna de cartón de grandes dimensiones.

La manifestación ha contado con la participación del histórico dirigente nacionalista y fundador de Anova, Xosé Manuel Beiras, la portavoz nacional del BNG, Ana Pontón, y las diputadas de En Marea, Paula Quinteiro y Paula Verao, que han defendido el derecho a la autodeterminación de los pueblos y han censurado la represión empleada desde el Gobierno central para intentar frenar el referéndum.

En declaraciones a la prensa durante el recorrido que partió de la alameda compostelana, Xosé Manuel Beiras ha incidido en la necesidad de apoyar el referéndum de Cataluña y censurar la "represión y eliminación de derechos y libertades" por parte del Gobierno central, dado que "si no nos movilizamos van a convertirnos otra vez en esclavos, no solo a los catalanes sino a todos nosotros".

"El artículo primero de la Constitución ya está derogado desde hace tiempo, y ahora estamos en un Estado de excepción no declarado", ha sostenido Beiras, que considera que en Cataluña también se ha aplicado el "artículo 155, sin hacer lo que hay que hacer, que es pasar por las Cortes", algo que -a su juicio- no ha hecho el Ejecutivo estatal "porque saben que no tienen mayoría".

"Estamos ante un Gobierno que es una metamorfosis del franquismo y no se puede estar impasible" ante ello, porque la represión se cierne sobre Cataluña pero hay que preguntarse "¿quién será el próximo?", ha explicitado. Por ello, el veterano político ha asegurado que aunque haya gente que piense que "esto no va con ellos, sí va, va con todos" y por eso "hoy no vale estar en una posición neutral".

Para Beiras, las reivindicaciones derivadas del proceso catalán se han convertido en la punta de lanza de la defensa de los derechos y conquistas logradas en el ámbito social y laboral, en un momento en el que tenemos que volver a demandar "aquello que se reivindicaba en la lucha franquista" porque pretenden retroceder en derechos adquiridos, ha lamentado.

Ante la posibilidad de reacción del Gobierno central el día después de la celebración del referéndum, Beiras ha señalado que no sabe qué medidas puede tomar al tratarse de un "manicomio regido por sádicos y saqueadores" pero, en todo caso -ha subrayado- "si hacen una barbaridad las van a pagar, esto no se para con represión".

Por su parte, la portavoz nacional del BNG, Ana Pontón, que encabezó la representación de la formación frentista en la manifestación, ha señalado que esta convocatoria es un ejercicio de defensa de la democracia y una denuncia al "Gobierno de Rajoy, que pasó todas las líneas rojas entrando en una deriva autoritaria, reaccionaria que se traduce en una agresión a los derechos civiles más fundamentales".

Según ha destacado, la situación catalana "hace tiempo que se convirtió en un debate que nos afecta a todos y a todas, porque ya no se trata solo de independencia sí o independencia no, sino que está en juego es la democracia y los derechos civiles". Ante esta situación, "no nos podemos quedar con los brazos cruzados", porque en el BNG entienden que no se puede "criminalizar el legítimo deseo de una ciudadanía que reclama su derecho a decidir", y por ello les ha recordado a los catalanes que "no están solos en su lucha".

Asimismo, ha tildado de "grotesco" que un Gobierno persiga "urnas y papeletas" mientras efectúa recortes en materia laboral y sanitaria, siendo el "más corrupto de Europa". Finalmente, Pontón ha considerado que el referéndum "es una prueba de fuego para la democracia en el Estado que nos está demostrando como los corsés constitucionales van en contra de los derechos y de las libertades".

La manifestación, que ha recorrido las calles del ensanche compostelano y ha concluido en la plaza de Platerías, ha estado marcada por diversas consignas como 'la solución, autodeterminación', "hay que ilegalizar al PP' o 'España es nuestra ruina'.

De forma paralela, a las puertas del Ayuntamiento compostelano, más de una decena de personas, portando banderas de España, se han concentrado en contra del referéndum independentista y han reivindicado la legalidad de la Constitución.