Se trata de una iniciativa registrada el pasado mes de octubre en la Cámara Baja y que plantea crear una categoría especial en el Código Civil que permita ubicar a los animales de compañía fuera de la masa patrimonial, pues consideran que la legislación actual está "obsoleta".

Según ha explicado a los medios el representante del observatorio, Miguel Angel Esteban, esta iniciativa comenzó en 2015 con el fin de que España se adecúe a la normativa europea que, desde 2009, reconoce a las mascotas como "seres sintientes o sensibles". "En otros ámbitos de nuestro ordenamiento jurídico, en el penal y el administrativo, se ha seguido esta línea, pero en el civil aún debe ponerse en marcha", ha indicado en declaraciones a los medios a las puertas de la Cámara Baja.

Desde Ciudadanos, el diputado Guillermo Díaz ha agradecido a Esteban el apoyo a esta reivindicación y ha insistido en la necesidad de cambiar el Código Civil en este sentido porque "la sociedad española está pidiendo el cambio de esta norma del siglo XIX". "Con este texto, un animal puede ser embargado", ha recordado Díaz.

Esta también permite que los animales de compañía sean ejecutados por los acreedores; subastados para liquidar una comunidad de gananciales; o introducidos en lotes y sorteados en supuestos hereditarios. La proposición no de ley registrada por la formación naranja en el Congreso, y que, según ha indicado Díaz se llevará a debate en la Comisión de Justicia, es que las mascotas resulten inembargables, absolutamente indivisibles en situaciones de comunidad, e intransferibles en negocios onerosos. Es decir, quiere que se reconozca la naturaleza extrapatrimonial de los animales de compañía.

Ciudadanos recuerda que el bienestar animal es una inquietud compartida por la mayoría de españoles, debido al incremento de hogares en los que se convive con animales domésticos. En este sentido, apunta que "tratar a un perro o un gato como a un televisor no se corresponde con la realidad". "Está claro que cuando uno abre la puerta de su casa el televisor no viene a saludarle y nadie llora amargamente por la pérdida del frigorífico. Lo que es evidente es que estos objetos son muy distintos a un animal", ha concluido.