"No, no lo tires, quémalo porque la bolsa la pueden pillar. Quémalo en un día que haya niebla" fue exactamente lo que, según ha contado Marjaliza en su declaración como testigo, le dijo Granados tras recibir un chivatazo del guardia civil José Manuel Rodríguez Talamino, otro de los acusados.

Fue entonces cuando él empezó a "recoger todo" junto con su secretaria Ana María Ramírez, con la que buscó en Internet cuándo haría niebla.

Fue un mes después, en la primera semana de octubre de 2014, cuando llegó ese día y vino "un amigo a recogerlo y a quemarlo". Se trata, según Marjaliza, de Eduardo de la Peña, "un ñapas que nos hace las cosas de los pisos, las goteras, nos arregla todas esas cosas".

En total fueron "tres carros del Carrefour" llenos de "documentación de la Comunidad de Madrid y licitaciones", así como un cuaderno en el que su secretaria apuntaba las entradas y salidas de dinero en B procedente de comisiones ilegales con detalles sobre los políticos a los que iba destinado el dinero y la localidad madrileña que gobernaban.