Rajoy ha hecho la primera aparición tras el paso atrás de Soria sin decir ni una palabra sobre la renuncia. El presidente en funciones solo miraba el reloj y continuaba hacia delante ante las preguntas de los medios y sin comentar que fue él quien pidió al exministro que renunciara al puesto, según informa la Razón.

Fue sólo unas horas después de la defensa pública de Rajoy a Soria, en la que el líder del PP se percató del posible coste electoral en Galicia, pese a que Feijóo cree el incidente no le pasará factura, porque en su opinión "los nombramientos sin efectos no pueden producir efectos".

Además, hay otro motivo, y es que Rajoy se enteró de que el Banco Mundial iba a poner reparos a la candidatura de Soria.

Pese a todo, los populares insisten en el carácter personal de la renuncia, y hasta algunos como Tejerina hasta alaban el sacrificio del exministro afirmando que "de nuevo vuelve a dar un paso atrás y merece la pena que se le reconozca la lealtad".

Sin embargo, el propio Soria explica en la carta de renuncia que la decisión la tomó a petición del gobierno. Ahora, Rafael Catalá considera que no se midieron las consecuencias que ha podido tener la decisión, y cree que "si hubiese habido análisis no se habría tomado esa decisión".

Una opinión que sorprende si se tiene en cuenta lo que han venido defendiendo, que no era una decisión política, sino administrativa.