Rajoy habla con más ganas de Gobierno y se muestra optimista: "Voy a hacer política de luces largas y mirando al futuro y estoy esperanzado en que los demás también lo hagan". Tras las conversaciones con el presidente de la gestora socialista, Rajoy se muestra accesible: "No vamos a imponer ninguna condición porque lo que queremos es que España tenga un Gobierno cuanto antes".

Y más dialogante que nunca: "Sé que tengo que trabajar día a día para ganarme la gobernabilidad, lo haré día a día y lo trabajaré con humildad". Todavía no descarta terceras elecciones, pero rechaza que pudieran beneficiar a su partido: "Serían una locura y un auténtico disparate y nadie saldría beneficiado".

Dice que España todavía está a tiempo de evitar las graves consecuencias económicas del bloqueo político y presume de partido: "Hasta nuestros más enconados adversarios lo reconocen: el PP es un partido unido, fuerte y sólido".

Y se anima a dar lecciones a sus contrincantes políticos: "Primera lección después de las elecciones de 2015: respetar las decisiones es lo más democrático". Por contra, advierte, si se pacta con radicales y aficionados, sólo se consiguen problemas y extravagancias.