PP y Gobierno justifican el pacto con el que se reparten el poder judicial. Para Rafael Catalá, "el sistema de elección de los vocales del CGPJ es el que se ha acordado en el Parlamento", mientras que Celaá afirma que "hay
capacidad para garantizar la independencia".
Ahora aseguran que habrá independencia, pero antes de llegar al Gobierno, Sánchez definía acuerdos como este afirmando que no estaba de acuerdo en que sean los partidos los que decidan los jueces y sentenciando: "Yo estoy dispuesto a renunciar a las comodidades que han hecho peor al PSOE".
Sin embargo, por el momento no ha renunciado y Rivera lamenta que haya mantenido este sistema porque "se han dado prisa para renovarlo en un cuarto oscuro como si fueran cromos y no jueces".
Podemos, que tampoco comparte el procedimiento de elección pero que sí ha participado, defiende a los elegidos diciendo que "los perfiles de los seleccionados son los de profesionales de altísimo nivel".
Por su parte, para los independentistas este pacto demuestra que la justicia española es "un auténtico estercolero" y creen que los cambios no afectarán al juicio del procés catalán.