La presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, ha presidido este domingo, junto con el alcalde de Madrid, José Luis Martínez-Almeida, un homenaje a las víctimas de la COVID-19 dedicado, especialmente, en memoria de aquellas que fallecieron solas.

Se ha descubierto una placa en la fachada principal del edificio de la Real Casa de Correos, sede del Gobierno regional, y se ha depositado una corona de laurel en memoria de todos los fallecidos por coronavirus. Además, la Orquesta y Coro de la Comunidad de Madrid (ORCAM) ha interpretado 'Lascia ch'io pianga', de la ópera Rinaldo, de Haendel.

La ceremonia ha estado acompañada por un minuto de silencio por toda la plana de la Comunidad y del Ayuntamiento de Madrid. Además de los aplausos en homenaje a los caídos también se han escuchado gritos de unos pocos a favor de Isabel Díaz Ayuso y en contra de su vicepresidente, Ignacio Aguado.

"Defiendo políticas moderadas en las que no se enfrente salud y economía porque nos estamos hundiendo", ha afirmado Ayuso, que ha lamentado que "nos vamos a ir a una quiebra inasumible si seguimos cerrando". Además, la presidenta ha insistido en los cierres por zonas básicas de centros de salud y mandado un mensaje al Ejecutivo central: "Me gustaría negociar con el Gobierno cómo seguir aplicando nuestras medidas".

Por otro lado, la presidenta de la Comunidad de Madrid ha afirmado que el "objetivo es que no haya contagios, no que no haya 25 sino que no haya". De esta forma responde a su vicepresidente, quien ha propuesto que la Comunidad llegue a los 25 casos por cada 100.000 habitantes en Navidad.

La oposición no ha sido invitada al acto

La ausencia de Ángel Gabilondo al acto ha llamado la atención de muchos. Desde su equipo confirman a laSexta que no han recibido ninguna invitación por parte del Gobierno de Isabel Díaz Ayuso para acudir a este homenaje. Desde Más Madrid también denuncian no haber sido invitados al acto.

Más de medio centenar de fallecidos fueron inhumados

El pasado mes de julio, más de medio centenar de fallecidos por coronavirus fueron inhumados por el Gobierno regional al no haber sido reclamados por sus familiares. Estos madrileños perecieron con síntomas compatibles con el virus y soportaron "una doble soledad de esta enfermedad: fallecieron solos en cumplimiento del protocolo fijado por la autoridad sanitaria, que impedía la presencia de familiares para evitar contagios y la propagación del virus y, pasados los meses, sus restos no fueron reclamados".

Ante esta situación, el Ejecutivo madrileño, a través de la Consejería de Justicia, Interior y Víctimas, decidió inhumar los cuerpos, que permanecían en el Instituto de Medicina Legal, uno de los depósitos provisionales de cadáveres que el Ejecutivo regional tuvo que poner en marcha en la primera ola de la pandemia.

Fueron los efectivos del Cuerpo de Bomberos de la Comunidad de Madrid y de la Unidad Militar de Emergencias los encargados de recogerlos de hospitales y residencias de la región, velándolos en todo momento para darles la máxima dignidad en medio de la tragedia.