Varios operarios del Ayuntamiento de Madrid han retirado este 15 de octubre la placa en honor a Largo Caballero, expresidente del Consejo de Ministros durante la II República, en el día que se cumplen 150 años de su nacimiento.

El consistorio ha cumplido así conel punto aprobado en la moción de Vox, respaldada por PP y Cs en el último Pleno, que también conlleva la eliminación de las denominaciones dedicadas a Largo Caballero e Indalecio Prieto en el callejero de la capital.

La placa en honor al histórico dirigente del PSOE y de la UGT ha sido extraída a martillazos de la fachada del edificio donde nació situado en la plaza de Chamberí.

La oposición ha denunciado que el Gobierno local ha actuado saltándose los trámites administrativos y sin aviso ni consulta previa a nadie. La portavoz de Más Madrid, Rita Maestre, ha anunciado que llevarán la retirada a los tribunales y asegura que creen que esta acción "es profundamente irregular": "Esta placa está protegida en el catálogo de patrimonio del Ayuntamiento de Madrid, dice explícitamente que es una placa no trasladable".

"Exigimos la información sobre de donde ha salido esta orden, una cuestión que se aprueba en el Pleno, después tiene que hacerse un expediente y una orden por escrito ¿Quién ha dado esta orden? ¿La ha dado Almeida?", se ha preguntado.

El portavoz del PSOE, Pepu Hernández, ha señalado que también recurrirán a los tribunales ya que no cuenta con un acuerdo firme en la Junta de Gobierno o del distrito.

"Aún no es firme el acta del último Pleno municipal y un acto de este tipo requiere de un acuerdo firme de un órgano de gobierno o de una autoridad. Desconocemos que haya un acuerdo firme de la Junta de Gobierno o del distrito para retirar la placa de la fachada de la casa de Largo Caballero. Si es así esto es un acto vandálico y el PSOE acudirá a los tribunales denunciando esa retirada ilegal y exigiendo responsabilidad a sus autores", ha avanzado el concejal socialista.

Para Pepu Hernández, la retirada de la placa es "un nuevo acto de la mayoría de derechas contra la memoria democrática y una nueva concesión a las exigencias de Vox".