Las farmacias de la Comunidad de Madrid reparten desde hoy lunes de forma gratuita siete millones de mascarillas FFP2. Los ciudadanos podrán recogerlas con su tarjeta sanitaria o su DNI en las farmacias de la región madrileña.

Según informa el Colegio Oficial de Farmacéuticos de Madrid, las mascarillas se podrán retirar durante un periodo de 15 días, por lo que recomiendan acudir a su recogida de forma escalonada.

Polémica por la falta de material en sanitarios

Los sanitarios se han mostrado asombrados de ver cómo se regala, con el logo de la Comunidad de Madrid, el material que ellos se rifan. Aunque desde la Comunidad han asegurado a laSexta que tienen suficientes para ellos en los almacenes.

Sin embargo, Julián Ezquerra, secretario General de AMYTS, ha asegurado que las FFP2, además de estar "diseñadas para profesionales", son escasas en este colectivo porque "se las dan con cuentagotas".

Por eso, la Asociación madrileña de Enfermería pide que las donemos. "En la Comunidad de Madrid, donde ha habido 20 muertes de profesionales, seguimos reutilizando materiales", ha reivindicado Ana Recas, la portavoz del colectivo: "En esta comunidad Díaz Ayuso ha decidido dar siete millones de mascarillas no indicadas a la población general a la población general".

"Queremos que esas mascarillas sean para los profesionales. Quirúrgicas e higiénicas para todos, no las de Ayuso. Esas las pedimos para los profesionales que seguimos sin ellas en centros sanitarios y residencias", ha apuntado.

Desde al Comunidad de Madrid, apuntan que la entrega de este tipo de mascarillas no afecta a las necesidades de protección de los profesionales, ya que -insisten- hay stock de seguridad suficiente en los almacenes de la red del Servicio Madrileño de Salud y pedidos pendientes de entrega de todo tipo de material que se recibirán en los próximos días, semanas y meses.

"En estos momentos hay un stock disponible de más de 2,5 millones de mascarillas ffp2 para los profesionales en los almacenes del SERMAS, para un consumo diario de este tipo de mascarillas según las necesidades estipuladas de 40.000 mascarillas diarias en Madrid", aseguran.

Ayuso propone que sean de uso obligatorio

Isabel Díaz Ayuso ha señalado que están barajando que "las mascarillas sean de uso obligatorio" en Madrid. Así lo ha explicado este lunes en una entrevista en Onda Cero. Su obligatoriedad sería en "sitios públicos" y en lugares donde se esté en "contacto con otros ciudadanos", además de en recintos cerrados. "No sirve que alguien cumpla todas las medidas de confinamiento y en la cola del supermercado le tosa alguien detrás y le contagie", ha añadido.

La Comunidad de Madrid estudia que las mascarillas sean de uso obligatorio en sitios públicos.

Respecto al uso obligatorio de guantes, admite que es un tema polémico y que aún no lo tienen claro. Además, la presidenta madrileña ha apelado a la "responsabilidad individual" para evitar la propagación de la pandemia.

La propia Díaz Ayuso ya informó a través de Twitter del reparto para "todos los madrileños". "Son mascarillas FFP2, de más duración y calidad. Para los sanitarios, además, la Comunidad ha comprado ocho millones de FFP2 y FFP3 y 25 millones de quirúrgicas", añadía en un tuit.

Críticas del colectivo médico por esta decisión

Sin embargo, esta decisión no ha estado exenta de polémica. Los jefes de servicio o responsables de medicina preventiva en una quincena de hospitales de Madrid han enviado una carta a la Comunidad de Madrid en la que piden que no se repartan mascarillas FFP2 para la población general.

Médicos y jefes de servicio piden a la CAM que se reparta mascarillas quirúrgicas en lugar de las FFP2.

Argumentan que pueden provocar mayores riesgos y señalan que se reparta en su lugar mascarillas quirúrgicas. "Por su tamaño y alcance, el uso de mascarillas quirúrgicas es la medida preventiva más adecuada para prevenir este mecanismo de transmisión", sostienen en una carta dirigida el pasado sábado al consejero de Sanidad, Enrique Ruiz Escudero, y al nuevo viceconsejero de Salud Pública, Antonio Zapatero.

Detallan además por qué este tipo de mascarilla puede suponer un mayor riesgo: "Su uso continuado dificulta la respiración, es incómodo y, en determinadas personas, no tolerable. Su utilización en población general favorecerá que las personas se toquen más frecuentemente la cara y se quiten la mascarilla al no poder respirar cómodamente favoreciendo el riesgo de contagio". Indican así que la FFP2 "requiere, para ser efectiva, un adiestramiento en su colocación".