Madrid pone en marcha la tarjeta COVID y a partir de hoy esta nueva tarjeta sanitaria virtual recogerá información sobre las pruebas de coronavirus de los pacientes.

¿Cómo funciona?

La también llamada 'cartilla COVID' integra la información clínica a través del teléfono móvil con la tarjeta sanitaria virtual; se consigue mediante "un volcado en la tarjeta sanitaria virtual" de los datos diagnósticos del paciente que se haya realizado estas pruebas, tanto en el sistema público de salud como en laboratorios privados.

¿Para qué sirve?

Permitirá que los pacientes accedan a todas sus pruebas diagnósticas relacionadas con el coronavirus, desde las PCR hasta los test de antígenos y seroprevalencia, y tener información, validada por Salud Pública, de cómo actuar, tanto si se tiene un resultado positivo o no.

La cartilla también puede servir en un futuro para incluir los resultados de los test de antígenos realizados en las farmacias, si el Gobierno regional logra implantar su plan para que estos establecimientos realicen estas pruebas.

¿Cómo se consigue?

Este servicio virtual lleva casi seis meses disponible para teléfonos y tablets y se puede obtener descargando en los stores de Android e iOS.

Se activa a través de un código QR que se obtiene, o a través de una llamada al teléfono gratuito 900 102 112 que, tras validar la identidad del paciente, le suministrará un código de activación vía SMS; o en los centros sanitarios de la Comunidad de Madrid.

¿Quién puede solicitarla?

La tarjeta COVID tiene los mismos usos que la tarjeta física y está disponible para las personas mayores de 16 años, además de incorporar servicios que ya se estaban prestando como CoronaMadrid y Cita Móvil, permite al ciudadano su identificación en los centros sanitarios o en las oficinas de farmacia a la hora de recoger su medicación prescrita a través de receta electrónica.

Desaconsejada por la OMS

La idea base de la 'cartilla Covid' y de otros tipos de "certificados de inmunidad" no es nueva, surgió ya a principios de la pandemia y fue barajada por diversos países como Alemania e Israel. Sin embargo, no se llegó a aplicar en ningún país porque se consideraba un sistema inestable.

La Organización Mundial de la Salud (OMS) desaconsejó su implementación en su momento. Explica los problemas que podrían dar los "falsos positivos" y "falsos negativos", y plantea que en el tiempo que transcurra entre la realización de la prueba y el momento en el que se haga uso de la cartilla, el titular podría haberse infectado y contagiar a otros.

Desde el organismo recordaron también que "no tenemos evidencias suficientes" acerca de la enfermedad como para implementar medidas de este tipo con seguridad.

Según la explicación de la presidente Isabel Díaz, el objetivo de esta nueva función de la tarjeta es "facilitar la vida" a los ciudadanos con el historial de sus test "porque, a partir de ahora, lo deben llevar encima en distintas situaciones".

Cuando lo anunció en julio, la presidenta de la Comunidad llegó a decir que el objetivo es "demostrar quiénes en estos momentos no pueden contagiar ni ser contagiados" y pueden volver a una "cierta normalidad", para así "evitar confinamientos", y que estas personas puedan acceder a gimnasios, museos, cines o a cualquier recinto cerrado y puedan "seguir su vida normal".

¿Es discriminatoria, es legal?

Sin embargo, algunos epidemiólogos creen que este documento puede generar situaciones de injusticia social, teniendo en cuenta que no todos los ciudadanos pueden realizarse pruebas PCR gratuitas si no son sospechosos de haberse contagiado. Unos test que sí se pueden realizar en centros privados.

Además, algunos abogados ponen en duda su legalidad. "Atenta contra la confidencialidad de una persona y genera una situación de discriminación que dependiendo del estado de salud no te dejasen entrar en determinados espacios", ha explicado a laSexta Eva Madrid, de Activo Abogados.