El Centro de Transfusión de la Comunidad de Madrid, ha comenzado a desarrollar, junto con los hospitales madrileños, un proyecto con el que tratar a enfermos de COVID-19 a través de la donación de plasma de personas que ya se han curado del coronavirus.
Si bien por el momento solo es una posibilidad, la transfusión de este plasma podría curar o mitigar la gravedad de la enfermedad debido a los anticuerpos desarrollados por los ya curados que se encuentran en él. Estos podrían neutralizar total o parcialmente el virus, según han explicado fuentes del Centro de Transfusión de la Comunidad de Madrid.
De llevarse a cabo el proyecto, las extracciones de plasma tendrían lugar en los próximos días o semanas y se realizarían a pacientes que se hayan curado del COVID-19 y que sigan los criterios habituales que se exigen para esta donación, como el peso, el estado de salud o la edad, siempre que así lo consientan. Los resultados podrían verse a medio plazo, es decir, en uno o dos meses, han señalado desde el Centro de Transfusión madrileño.
Esta terapia, que se basa en experiencias previas y en estudios que se han desarrollado en otros países, ya ha sido aprobada por la Agencia de Medicamentos de Estados Unidos (FDA, por sus siglas en inglés), y ya se ha llevado a cabo para hacer frente a otras infecciones como la gripe de 1918, el SARS o el MERS.
En 2014, cuando la auxiliar de enfermería Teresa Romero se contagió de ébola tras atender al religioso Manuel García Viejo, se le trató con plasma de otra religiosa, Paciencia Melgar, que superó la enfermedad en Liberia.