Luis Rubiales trató de mostrar su austeridad en su entrevista con Ana Pastor desde Punta Cana . El expresidente de la RFEF afirmó no tener dinero "ni para una Coca-cola" tras el bloqueo de sus cuentas por su papel de investigado en la trama de contratos presuntamente fraudulentos dentro de la Federación durante su mandato.

Sin embargo, laSexta ha puesto a Rubiales frente al espejo: un sumario que desdibuja su papel de víctima dentro de 'una conspiración'. Al contrastar sus palabras con lo recogido por la UCO en el sumario, se pueden apreciar detalles relevantes.

El expresidente de la RFEF, por ejemplo, reconoció en la entrevista que firmó un contrato con una empresa coreana para la gestión de NFTs, "un contrato de 1,8 millones de dólares en 3 años". En el informe de la UCO, los agentes recogen las declaraciones del que fue su abogado sobre este contrato. Así, Tomás González Cueto llegó a afirmar que ese contrato era "un chanchullo para trincar pasta".

Según los agentes, la Federación pagó más de cuatro millones al despacho de abogados de González Cueto, lo que supuso el 50% de su facturación. De este modo, la defensa del expresidente de la RFEF pasó de cobrar 150.000 euros al año a 600.000.

Sobre los contratos a familiares y personas vinculadas a su entorno cercano, Rubiales defendió ante Ana Pastor que lo que no podía hacer era "dejar fuera a alguien porque haya familia". "Si ha pasado todos los filtros, ¿qué problema hay?", se preguntaba el exdirigente de la Federación.

Sin embargo, según la UCO, el problema es que se habrían adjudicado a dedo contratos a la empresa del hermano del exdirector jurídico, Gruconsa. El más llamativo es el de la reforma del estadio de La Cartuja. Precisamente, este mismo jueves la constructora ha anunciado una "auditoría interna exhaustiva" para comprobar los "pormenores" de los contratos que están siendo investigados por un juzgado de Majadahonda. Un comunicado en el que, además, reconocen la vinculación tanto con Ángel González, como con Nené, el socio de Rubiales.

De hecho, el exfutbolista del Granada sería el último eslabón de la cadena de comisiones. Rubiales defendía los contratos con "empresarios conocidos" por parte de su equipo afirmando que así se había conseguido "ayudar a mucha gente".

En concreto, la UCO cree que benefició a su amigo Nené con las 'mordidas' de la empresa Dismatec , y apunta a otro amigo del expresidente de la RFEF: Javier Blanco, con el que Rubiales habría pasado la nochevieja de 2018 en Punta Cana.

Blanco, además, está casado con la Directora General de Compras de Globalia, el holding contratado por la RFEF entre 2018 y 2022 para gestionar sus viajes, y en cuyos contratos la UCO ha detectado, un sobrecoste de 5,7 millones de euros.