Pedro Sánchez insistió en su comparecencia de este sábado que el Gobierno está siguiente "las recomendaciones de la Organización Mundial de la Salud" para combatir contra el coronavirus.

Esa plan trazado por la OMS se basa en ocho recomendaciones de prevención sanitaria que ya se ha utilizado en anteriores epidemias, como confesó Rafael Bengoa en laSexta Noche.

Se trata de pautas válidas para cualquier país del mundo, cuya premisa fundamental es lograr que todas ellas encajen y se complementen.

La primera es la prevención, calcular cuánto va a afectar y la centralización. Unificar el trabajo de los ministerios implicados, para evitar duplicidades o caer en contradicciones.

A eso hay que añadirle un segundo punto: cómo trasladarlo a la población y lograr que los ciudadanos entiendan, por ejemplo, que no se puede salir a la calle.

El tercero es la respuesta rápida y la vigilancia de los casos. Se pueden detectar focos y hacer una reconstrucción de los contactos.

El cuarto punto tiene que ver con algo que se ha visto en los últimos días: el control de los puntos de entrada. Este punto va referido a las restricciones al movimiento, a la limitación en aeropuertos y a los pasos frontericos cerrados.

El quinto es la capacidad de laboratorio, fundamental al igual que el sexto punto: establecer protocolos de actuación y control, IPCs en ingles. Se trata de protocolos que también podemos aplicar en casa, por ejemplo, con lavarnos las manos con frecuencia.

El séptimo punto es el manejo de casos y el trato con los pacientes. El último es la logística, dotar de material a hospitales y servicios que lo necesiten, incluso si hay que fabricarlo expresamente, como ya está ocurriendo.

Los expertos recuerdan que cada día que no cumplamos con estas pautas, la epidemia se alargará.