Los 12 líderes independentistas que se sentarán en el banquillo del Tribunal Supremo en el juicio del 'procés' lo hacen por supuestamente diseñar una estrategia para fracturar el orden constitucional con el fin de conseguir la independencia de Cataluña.

Oriol Junqueras, entonces vicepresidente de la Generalitat es el que afronta la mayor pena, 25 años. Decidió convocar un referéndum unilateral y asumió la planificación y ejecución del 1-O.

Carme Forcadell, presidenta del Parlament permitió la aprobación de resoluciones, leyes y normas jurídicas abiertamente inconstitucionales. Se enfrenta a entre 10 y 17 años de cárcel.

El Govern, y por tanto los consellers eran necesarios para ejecutar el plan. Jordi Turull, Joaquim Forn, Josep Rull, Raul Romeva y Dolors Bassa se enfrentan a entre 11 y 16 años por delitos de rebelión, sedición y malversación.

Jordi Sánchez y Jordi Cuixart, líderes independentistas, impulsaron la movilización ciudadana como un instrumento de presión para obligar al Estado a capitular frente a la creación de la República.

Por eso se les acusa de rebelión y sedición y se enfrentan también a penas más altas, que podrían llegar hasta los 17 años.

Meritxell Borrás, Carles Mundó y Santi Vila, están en libertad provisional y se les acusa de desobediencia grave y malversación de fondos.