Sobre las 08.00 horas de este jueves, un vecino localiza el cadáver de Javier Ardines en un camino que está entre unos 200 y 300 metros de su vivienda. Sufrió una muerte violenta, según confirma el informe preliminar de la autopsia.

Tenía tres golpes fuertes en la cabeza y el cuerpo estaba tendido en el suelo. Su furgoneta gris seguía arrancada a tan solo 70 metros y delante del vehículo, bloqueando su paso, una valla amarilla y otras dos tiradas en el lado derecho.

Algo que hace sospechar a los investigadores que Javier fue víctima de una emboscada, ya que creen que pudo morir en el momento de bajarse de su vehículo para retirarlas y continuar circulando.

Además, barajan la hipótesis de que se trate de un crimen premeditado, ya que el concejal contó a su familia que días antes hizo esta misma operación con otra valla.

Incluso los propios vecinos vieron la valla, pero a ninguno les pareció sospechoso. Quien colocó las barreras pudo cogerlas de un solar próximo a una vía de tren que está situado en los alrededores del camino.

Como cada día, Javier salía temprano de casa a trabajar y tomó el camino de Belmonte de Pría dirección al puerto de Llanes. porque además de su cargo en el Ayuntamiento, era pescador.

Sus dos hijos y su mujer ya han declarado ante la Guardia Civil, así como varios vecinos. El Ayuntamiento ya ha decretado dos días de duelo.