Tras la ruptura con Ciudadanos, Valls quiere descansar y pensar. "Tengo la necesidad de ver cuál será mi futuro político, profesional...", decía este jueves en Al Rojo Vivo.

Su futuro, asegura, no pasa por la creación de otro partido. "Pensar en una aventura política creando partidos en Cataluña, en España, no", añadía en ARV.

Si cambiara de opinión, los expertos ven espacio para él. "Hay lugar para un montón de posibilidades, grandes o pequeñas; creo que puede ser un liderazgo bueno para un segmento de público que está buscando algo que ahora no encuentra en el patio político catalán", ha asegurado, Toni Aira, profesor de Comunicación Política.

Sin embargo, Valls se autodescarta como futuro ministro del Gobierno de Pedro Sánchez. "Estoy en otra etapa de mi vida, eso de ministro yo ya lo he hecho", respondió a Antonio García Ferreras.

Se reafirma en que ha hecho lo más importante: salvar Barcelona. "¿Es un problema de cómo hacer las cosas o un problema de principios?", se pregunta.

Acusa a Ciudadanos de blanquear la extrema derecha: "Cuando empiezas a pactar directamente, o indirectamente, te ensucias las manos. Les das un poder y blanqueas lo que es la extrema derecha. Pierdes la guerra y también el honor".

Su decisión ha sido alabada por los socialistas. "Pocas veces hemos podido ver, en tan poco tiempo, la coherencia de una posición política", afirmó Iceta en Catalunya Radio. "Es incomprensible que otros tres concejales de Cs se abstuvieran", indicó el ministro en funciones Ábalos.

Valls se ha quedado sin partido, un partido dice, que no se parece en nada al que conoció.