En noviembre de 2004 salta la noticia: la constructora Sacyr intenta hacerse con el control del BBVA. Su presidente, Francisco González, sospecha de una operación para apartarlo.

Para detener la operación, el banco contrata al comisario Villarejo que, según las investigaciones, intervino 15.000 llamadas y pinchó 4.000 teléfonos. Entre ellos, el del por entonces jefe de la Oficina Económica de Moncloa, Miguel Sebastián.

De 2004 a 20017, 13 años de supuestos espionajes de Villarejo para el BBVA que no salieron a la luz hasta hace unos meses. Así, hemos ido conocido como el BBVA pagó supuestamente más de cinco millones a la empresa del excomisario entre 2012 y 2017. Aunque en total se sospecha que los pagos se elevan hasta los diez millones de euros.

Y se han hecho público varios audios donde destaca el nombre de Julio Corrochano, policía fichado por el BBVA como jefe de Seguridad que había conocido a Villarejo en su etapa en el cuerpo.

Pero en los trabajos no solo destaca Sacyr. También se encargó investigar al empresario Fernando Martín, según unas investigaciones judiciales que han llevado a la imputación del BBVA con Francisco González ya como expresidente.