Los díscolos del PSOE piden la absolución, y es que según ha reconocido Margarita Robles, no piensan en sanciones porque creen que tienen "mucho que aportar" y que "las alegaciones se han hecho desde el corazón".

Los ocho diputados que votaron 'no' a Rajoy y que no son del PSC se han justificado usando los mismos argumentos: "La votación era excepcional" y "el voto en conciencia era innegable por el compromiso electoral".

También se escudan en un artículo de la Constitución, pero el reglamento del grupo socialista castiga saltarse la disciplina de voto multa económica que puede llegar a 600 euros.

Por eso, para algunos miembros del partido lo normal es que haya castigo, mientras que otros como Simancas aseguran que no se debe pasar del castigo económico, dejando la sanción en los más "mínimo, mínimo, mínimo".

En manos de la gestora está también retirarles los cargos que tienen en el Congreso y convocar las primarias, algo que para los catalanes corre prisa, porque "lo lógico es convocar ya el Congreso para saber quién es el líder del partido".

De momento, el exlíder, Pedro Sánchez, intenta mantener apoyos. El jueves se reunió en secreto con algunos de sus afines, entre los que están Óscar López, Tudanca o Armengol. Fue el primer paso para diseñar una estrategia antes de lanzarse a coger el coche.