Madrid no tiene vacunas. Tal y como anunció ayer el Ejecutivo autonómico, el reparto de inyecciones se ha paralizado durante al menos dos semanas debido a los problemas de suministro en Pfizer y Moderna.

En esta línea, la Asamblea de Madrid celebrada este jueves se ha convertido en una jungla por la falta de dosis. Y una de las intervenciones más sonadas ha sido la de Alfonso Serrano, portavoz parlamentario del Grupo Popular, que ha reprochado al Gobierno la falta de suministros: "El problema es que no hay vacunas. Ya podemos tener la mejor jeringuilla, el mejor plan o 2.000 profesionales preparados. Pero si no hay vacunas, ¿qué inyectamos? ¿Horchata?, ¿kalimotxo?", exclama.

Efectivamente, las vacunas han copado buena parte del debate durante la mañana. En esta línea, la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, ha recogido el hilo de su compañero: "Nosotros tenemos un plan de vacunación como el de la gripe, con 1,3 millones de dosis en 9 semanas. ¡Pero para vacunar necesito vacunas!", sentencia con dureza.

Otro de los puntos más discutidos de la sesión ha sido la carencia de nuevas restricciones para hacer frente a la tercera ola de contagios. Por una parte, el ejecutivo autonómico ha acusado al Gobierno de su inacción: "Pido al Gobierno que trabaje, porque nos vamos a quedar atrás. ¿Por qué no hay nuevas restricciones?", espetaba la presidenta.

Ahora bien, en la otra cara de la moneda están los miembros de la oposición, que han reprochado este mismo argumento a la líder madrileña: "Su Gobierno ha tomado decisiones tardías, concretamente sobre el toque de queda y el horario del cierre previo de la hostelería. ¿Considera que la insistencia en la confrontación y la polarización es efectiva para luchar contra la pandemia?", señalaba Ángel Gabilondo, portavoz del Grupo Parlamentario Socialista en la Asamblea.

Isabel Serra, diputada de Podemos, también se ha mostrado muy dura con la gestión del Gobierno autonómico: "Es mentira que hayan intervenido la sanidad privada, es la privada la que ha intervenido la pública. Su fanatismo ideológico mata vidas", ha indicado en referencia a Ayuso.

Ante esto, la presidenta no ha dudado en responder, apelando a la "oposición" que ha supuesto el Ejecutivo central y, concretamente, la formación morada en la toma de decisiones: "Hay que ser sinvergüenzas para ir a manifestarse al Zendal. Vengan a Sol, pero dejen en paz a los enfermos y sanitario", ha concluido.