Las pruebas PCR se harán dentro de las 24 primeras horas desde que los pacientes presenten síntomas. Así lo ha consensuado el ministro de Sanidad, Salvador Illa, con las comunidades autónomas después de anunciar que se iba a reforzar esa detección precoz en la atención primaria.

Los encargados de diagnosticar esos nuevos casos de coronavirus serán los médicos de cabecera. Una medida tomada por Sanidad "para ser capaces de eliminar ese riesgo de la población. Si podemos aislar a las personas inmediatamente que inician síntomas, reducimos el riesgo de transmisión", ha comentado el coordinador del Centro de Alertas y Emergencias Sanitarias Fernando Simón en rueda de prensa.

Una idea que refuerza el médico de familia José María Molero para evitar "que el paciente acuda al hospital donde puede contagiar a pacientes graves".

La estrategia se enmarca dentro del plan de desescalada y se pondrá en marcha durante la fase 0 iniciada este lunes. Para llevarla a cabo, será necesario reforzar la atención primaria de los centros de salud y tener también más test.

"Para ponerla en práctica va a ser necesario reforzar las capacidades de los distintos sistemas asistenciales de las comunidades autónomas, reforzando los servicios de atención primaria que deberán disponer de suficiente capacidad de testeo a través de pruebas de PCR", ha indicado el ministro en rueda de prensa.

Un refuerzo que ya han demandado los profesionales. "Estamos encantados de hacer el trabajo, pero en Atención Primaria lo que necesitamos para hacer el trabajo bien es más tiempo y eso también significa, además de organización, recursos", ha asegurado el médico de familia Ramón Vera.

A lo que se ha sumado Salvador Tranche de la Sociedad Española de Medicina de Familia: "Alguien debe de hacer las pruebas, alguien debe de hacer el seguimiento de los contactos... y eso sólo es viable con una dotación económica presupuestaria", asevera Salvador Tranche de la Sociedad Española de Medicina de Familia.

El objetivo, es conseguir que un paciente sea diagnosticado entre 24 y 48 horas y evitar así los 10 o 15 días que se está tardando en realizar las pruebas en este momento. También el de llevar un seguimiento de los pacientes: "Se trata, primero, de identificar con los PCR, y después hacer una vigilancia en los centros de salud de aquellas personas que hayan sido diagnosticadas positivamente", ha destacado Illa.