Paola Verdejo, cuidadora y empleada del hogar, estuvo en contacto con un contagiado en marzo y tuvo que guardar cuarentena. "Había estado en contacto con esa persona y lo más responsable era que yo me fuera a casa", cuenta la mujer.

Según el último estudio de seroprevalencia, más del 16% de las cuidadoras a domicilio se han contagiado, un porcentaje solo medio punto por debajo del personal sanitario. Además, cerca del 14% de las limpiadoras y el 13% de las empleadas en residencias presentan anticuerpos, unos datos vinculados a la precariedad.

"No tenemos las mismas condiciones laborales y de protección que los demás sectores", ha criticado Edith Espínola, portavoz de Servicio Doméstico Activo SEDOAC. Y es que de las 700.000 trabajadoras del hogar que hay en España, solo 371.000 están dadas de alta en la Seguridad Social.

Entre marzo y septiembre, 22.000 perdieron su trabajo. En este sentido, Pilar Serrano, enfermera y doctora en Salud Pública, denuncia que "es una economía sumergida y hay situaciones de trabajo irregular". "Estos factores hacen que estas mujeres estén mucho más expuestas", añade.

Se trata de una precariedad que empuja a estas mujeres a tener varios empleos. "Yo trabajo con cinco familias, que son en total alrededor de 20 personas. Es el miedo al covid o llegar a fin de mes", manifiesta Paola Verdejo.

Se mueven en un metro "atestado" y viven hacinadas en pisos pequeños

Son mujeres que se mueven en transporte público. En concreto, tal y como señala Edith Espínola, "en un bus o en un metro totalmente atestado" y, además, viven hacinadas en pisos pequeños "con muchas dificultades para un aislamiento adecuado en caso de que se infecten", según denuncia Pilar Serrano.

Por estos motivos, las empleadas del hogar reclaman al Gobierno un protocolo de seguridad en el trabajo como el del personal sanitario o el de la hostelería. "Somos esenciales porque cuidamos la vida y no nos han previsto de ningún protocolo", defiende Espínola. Se trata de recomendaciones que ayuden a mitigar el riesgo de un sector tan vulnerable como el sanitario.