California es el estado 'santuario' por excelencia en Estados Unidos. Allí, los políticos han dado un paso al frente
y han decidido proteger los derechos de los migrantes con leyes como la Promise
Act, que consiste en que "si la Policía te para no va a compartir tu información
de arresto", explica Diana Escamilla, trabajadora de la ONG Chirila.org.
Son la antítesis de la
política migratoria de Trump y por eso dispara contra ellos a la menor ocasión. Les ha amenazado con
autobuses llenos de migrantes y hasta con contarles el grifo de las subvenciones,
pero nada ha servido.
En 2018 en Estados
Unidos había ya 456 de estos lugares llamados 'santuario', y todos con un
discurso unánime. "Voy a dejar claro lo que es Chicago, siempre será una ciudad 'santuario'", apuntaba Rahm Emanuel, alcalde de Chicago.
Ahora Trump coloca a
estas ciudades santuario como blanco de las amenazas de sus últimas redadas y las
organizaciones de derechos humanos ya han respondido: aprovechan para poner el
foco sobre la mala praxis en los operativos de "caza al migrante". "A
veces llegan los agentes de migración con una orden de arresto firmada por
ellos mismos, un permiso de arresto debe estar firmada por un juez", apunta
Escamilla.
Piden a los migrantes
que exijan a la Policía que se identifique correctamente y que se les pregunte
qué tipo de agentes son. Porque una vez abierta la puerta de casa, estás en sus
manos.