Nuevos altercados en Ferraz en el octavo día de manifestaciones frente a las sedes del PSOE. El principal foco se situó en Madrid, la sede principal del partido socialista, pero este viernes también había atención especial a Málaga, donde el presidente del Gobierno Pedro Sánchez se ha reunido con Olaf Scholz, canciller alemán, aunque allí no hubo altercados.

Pese a que la manifestación contó con menos integrantes que en días anteriores (4.000 personas según la Delegación del Gobierno), volvieron a producirse altercados entre los protestantes y la Policía, también con ataques a la prensa.

Cada conexión en directo se convertía un problema y, en el caso particular de laSexta, volvió a producirse una nueva agresión, esta vez con un empujón a un cámara. A esto, se sumó la constante intervención en las conexiones en directo con abucheos y tapando la cámara, lo que provocó la intervención de la policía en alguna ocasión.

A diferencia de anteriores días, los encapuchados no coparon las primeras filas de la manifestación desde el principio. Ese lugar fue ocupado principalmente por gente mayor y la policía centró sus esfuerzos en encontrar a estas personas dentro de la marabunta de personas, ya que estaban en pequeños grupos dentro de la masa causando pequeños altercados que no fueron a mayores.

Sin embargo, pasada la hora de protestas, los ultras encapuchados comenzaron a aparecer en las primeras filas y comenzaron los altercados. Volvieron a cargar contra la Policía con el lanzamiento de botellas, cristales, bengalas y petardos, además de hacer saludos fascistas y cánticos en contra de Pedro Sánchez.

La Policía pidió por megafonía el fin de la manifestación y que disolvieran las protestas, a lo que los ultras hicieron caso omiso e incluso quemaron una bandera con la cara de Pedro Sánchez que estaba colgada en un semáforo.