La vacuna BCG, descubierta hace un siglo, podría ser la primera en llegar para combatir el coronavirus en personas mayores de 65 años. Se utiliza en países del tercer mundo para combatir la tuberculosis, una enfermedad que aprovecha la debilidad del sistema inmunitario para atacar nuestras vías respiratorias.
Por eso, los investigadores prueban su eficacia contra el coronavirus. Jordi Ochando, de la Sociedad Española de Inmunología, asegura a laSexta que ya se ha probado que esta vacuna “protege contra otras enfermedades respiratorias”.
En España, el equipo que dirige Carlos Martín en la Universidad de Zaragoza trabaja desde hace 20 años en la nueva vacuna española contra la tuberculosis y en breve empezará sus ensayos clínicos para probar su eficacia contra la COVID-19.
El propio Carlos Martín cuenta que esta vacuna fortalece el sistema inmune contra otras enfermedades. Actualmente se producen más de 150 millones de dosis de BCG en el mundo, pero se necesitan para combatir la tuberculosis en el tercer mundo. Por eso, la OMS espera resultados definitivos antes de recomendarla contra el coronavirus.
Milagros García Barbero, exdirectora del Sistema de Salud Integrado de la OMS, asegura que la Organización Mundial de la Salud teme que se produzca una compra masiva de esta vacuna por parte de los países desarrollados, desabasteciendo así a la población del tercer mundo.
Se trata de una vacuna barata, de entre 15 y 20 céntimos la dosis, que no cuenta con efectos secundarios y que serviría para vacunar, al menos, a las personas mayores de 65 años y al personal sanitario hasta que llegase la vacuna definitiva.
Un estudio de la Universidad de Atenas también refleja que en los países donde la vacuna BCG es obligatoria, los casos de coronavirus son netamente inferiores y la tasa de mortalidad es más baja.