Las presuntas mordidas que las empresas pagaban a cambio de contratos con la Generalitat no sólo sirvieron para acrecentar la fortuna de los Pujol. Según la UDEF, las comisiones también engrosaron las cuentas de Convergència y financiaron las campañas electorales de Jordi Pujol.

El informe policial, publicado por 'El Español', atribuye a su hijo mayor, Jordi Pujol Ferrusola, un rol esencial en este entramado: "Ha jugado un papel relevante en la transformación de Convergència como un sitio cerrado, opaco, y en la creación de un organigrama con entidades satélites que ha favorecido la corrupción".

Era el primogénito quien personalmente se reunía con políticos en dependencias de la Generalitat y con empresarios para, supuestamente, amañar las mordidas, asumiendo las funciones de un tesorero del partido a la sombra. La Policía se basa en los apuntes de esas reuniones que él mismo anotó entre 1995 y 1996 en una agenda encontrada en un registro.

Caso particular, el que según la UDEF jugó la productora Triacom Audiovisual, propiedad de un exgerente de TV3. 'El Confidencial' publica que, sin justificación alguna, la empresa pagó 75.000 euros de un préstamo de 400.000 adquirido por Convergència en un banco andorrano a través de una sociedad pantalla.

A cambio, la productora recibía subvenciones y contratos de la televisión y radio autonómicas, como el encargo, en 2003, para la realización de espacios de atención ciudadana, por los que cobró 310.000 euros.