El presidente de Ausbanc, Luis Pineda, y el secretario general del Sindicato Manos Limpias, Miguel Bernard, planeaban acusar a Ana Botín del homicidio inventado de su padre, Emilio Botín, con una inyección de penicilina. El objetivo era lograr que la actual presidenta del Banco Santander continuara patrocinando a Ausbanc.

Según el periodista Óscar López Fonseca, de VozPópuli, hay "un acta notarial realizado por una persona hasta ahora desconocida en la trama en la que asegura que Emilio Botín ha sido asesinado". Dicho acta "involucra a varios familiares y dice que el arma homicida ha sido una inyeccion de penicilina".

"A partir de ahí, se gesta toda una serie de documentos internos: una denuncia que no se llega a presentar, una carta a la Fiscalía General y una carta que se envía a Ana Patricia Botín", explica López Fonseca.