Oriol Junqueras, Raül Romeva, Josep Rull, Jordi Turull y Jordi Sànchez recogerán sus actas de parlamentarios este lunes y un día después jurarán o prometerán su cargo, acatando la Constitución.

"Lo digan o no lo digan, todos juran o prometen por imperativo legal", explica Joaquín Giménez, magistado emérito del Tribunal Supremo. Junqueras, Rull, Turull y Sànchez se convertirán entonces en diputados de pleno derecho. Romeva, en senador.

Tal y como indica el magistrado, "si el Supremo hubiera acordado la libertad con medidas cautelares, se hubiera permitido que pudieran desempeñar sus cargos". Pero están en prisión provisional, y se enfrentan a la suspensión de funciones.

Según 'La Vanguardia', no será el Supremo el que lo haga al menos no de forma inmediata. Los magistrados dejarían la decisión en manos de la nueva Mesa del Congreso, que tiene una mayoría progresista, y de sus servicios jurídicos, que tendrían que escudriñar el artículo 21.2 de su reglamento.

Según fuentes jurídicas a la Sexta, sería una forma de involucrar a la nueva Cámara en la decisión del Supremo que, en todo caso, tendría la llave si decide aplicar el artículo 384 bis de la Ley de Enjuiciamiento Criminal, que establece que "el procesado por rebelión que esté en prisión será privado de sus funciones públicas", explica Giménez.

Si fueran suspendidos, los presos podrían designar a un sustituto, o bien mantener el escaño, pero perder la posibilidad de voto.

Carlos Vidal Prado, catedrático de Derecho Constitucional, indica que "la delegación del voto está prohibida por la Constitución, porque es personal e indelegable".

En el Congreso, Esquerra se quedaría con 14 diputados hábiles y Junts per Catalunya con 4. Esto supondría que, de los 350 parlamentarios con capacidad para votar, se pasaría a 346.

Sin embargo, según los expertos, no tendría por qué modificarse la mayoría absoluta de 176 diputados. Porque los cuatro ausentes quedan suspendidos de funciones, pero no de su condición de diputados.

"La mayoría absoluta son la mitad de diputados más uno. Aunque en este caso puede haber cuatro diputados que tomen posesión y sean suspendidos, no quiere decir que la mayoría se reduzca", explica Vidal.

Los 123 escaños del PSOE y los 42 de Unidas Podemos no son suficientes para una investidura de Pedro Sánchez. Ni en primera ni en segunda votación. Tendría que reunir los apoyos o las abstenciones de otras fuerzas.