Durante un rescate en el mar se vivieron momentos de desesperación cuando decenas de migrantes, atemorizados, se abalanzaron para intentar escapar del agua. En el buque de Salvamento Marítimo solo había dos personas en cubierta.

"A día de hoy, en los barcos de Salvamento va lo que se denomina 'tripulación mínima de seguridad'", explica Ismael Furió, presidente del comité de empresa de la Sociedad de Salvamento y Seguridad Marítima (SASEMAR). Esto, explica, significa que a bordo solamente va "la mínima gente legal para poder mover el barco de donde está amarrado".

"Le diría a la gente que pensara que para sacar a esas 150 personas del agua hay una o dos personas, como mucho", denuncia.

Los trabajadores de flota están desbordados. Denuncian que los refuerzos de tripulación que se pusieron el verano pasado se han retirado. En la zona sur del país, apenas son 80 efectivos. Un operativo, dicen, muy ineficaz, que se traduce en muertes y en trabajadores de baja psicológica.

"Eso te lo llevas tú a casa, el ir recogiendo muertos", relata el tripulante Manuel Capa, delegado del comité de empresa de SASEMAR. "Pueden ser niños, pueden ser adultos, pero te lo llevas para casa, y cuando es continuo ese chorreo hay muchas personas que no aguantan ese nivel de estrés", detalla.

A la escasez de personal se suman jornadas interminables. Trabajan siete días de guardias ininterrumpidas durante 24 horas y luego descansan una semana. Una ampliación de la plantilla, explican, permitiría más descansos entre los trabajadores.

"Cuando tú estás en tu casa, y a lo mejor llevas cuatro o cinco días sin dormir, la torre te llama porque hay una patera a la deriva y te dicen 'si no puedes más no pasa nada, den el barco inoperativo y descansen'", cuenta Furió. "El problema es que cuando una torre de control nos llama, sabemos que lo que hay ahí fuera es gente muriendo", lamenta.

Desde el Gobierno aseguran que no han cambiado la política de rescates. Sin embargo, los trabajadores temen que con el buen tiempo aumente la llegada de migrantes y lo único que piden son más manos para salvar más vidas.