Las voces de Jorge Fernández Díaz y Daniel de Alfonso en la grabación de su primera reunión sonaban menos nítidas según se acercan a la salida del despacho. Es uno de los indicios que, según El Confidencial, ha servido a la policía para concluir que no fue el exjefe de la oficina antifraude catalana el que grabó las conversaciones con el ministro.

Los encuentros se tuvieron que registrar con una grabadora que estaba en un lugar fijo en el despacho. En el siguiente audio se escucha cómo De Alfonso llega a otra cita con el ministro, acompañado de un asesor y empieza mucho antes de que entren pero cuando Fernández Díaz llega a la sala el sonido va haciéndose más claro según se acerca a su mesa. Por eso, piensa la policía, la grabadora estaba en una posición elevada.

Y aunque De Alfonso no pasó ningún control de seguridad para entrar en el ministerio, la conclusión es que tuvo que ser alguien de interior el que pusiera la grabadora allí. Fernández Díaz nunca ha querido hacer elucubraciones.