Juan Soler no quería que quedase rastro de su paso por el Ayuntamiento de Getafe y por eso ordenó formatear todos los ordenadores de su equipo y sus cuentas de correo electrónico.

Lo hizo justo el día antes de dar el relevo a la socialista Sara Hernández en una conversación de WhatsApp con sus concejales y asesores intervenida por la policía en el que pedía, por favor, "borrar los historiales".

Minutos después, contestan varios de sus interlocutores asegurando que ya está "fulminado desde ayer". Además, una de ellas cree que hay que ir más allá, pidiendo que se borre el contenido del mail, una idea que Soler hace suya inmediatamente.

La conversación forma parte del sumario que investiga las supuestas irregularidades en la adjudicación de los contratos para construir este teatro.

Soler, aforado como senador y diputado de la Asamblea de Madrid, aún no está imputado, pero en el informe del sumario que publica la Cadena Ser, la Policía le señala directamente como un posible responsable directo de las adjudicaciones investigadas.

Soler no ha querido hablar y se ha defendido vía comunicado diciendo que todo fue legal y transparente, y que dio orden de borrar los ordenadores porque contenían información sobre estrategia política.