A Europa le angustia más que nunca su propio futuro, cubierto de incertidumbres. Estas, ocasionadas por la salida de Reino Unido de la UE, la incógnita Trump y la amenaza de la extrema derecha.
Estas circunstancias obligan a decidir ya qué camino Tomar. La Comisión Europea ha propuesto en su libro blanco cinco escenarios, y el que más gusta a los grandes mandatarios, como a Rajoy, es una Europa a dos velocidades; algo que estaba relegado en un cajón.
"Me gusta la opción que apuesta por más y mejor integración. Europa debe mirar lejos", ha afirmado el presidente Mariano. Y mirar lejos es que las decisiones importantes, como en materia de defensa, inmigración o economía, dejen de aprobarse por unanimidad para que el que quiera pueda avanzar por su cuenta. Con el riesgo, eso sí, de que el resto quede rezagado.
"Lo verdaderamente importante es que no se considere como un instrumento para dividir la Unión Europea en diferentes grupos", ha indicado Alfonso Dastis, ministro de Exteriores.
En España, Ciudadanos y PSOE también se apuntan a la Europa de las dos velocidades, frente a otras propuestas del libro blanco, como un Estados unidos de europa, con Burselas ganando competencias; o todo lo contrario: reducir a la mínima expresión los acuerdos comunitarios.
"Ya hay más de una velocidad en Europa. El euro, de hecho, está a una velocidad distinta para 18 países en concreto", ha considerado el presidente de la gestora socialista, Javier Fernández. Y coinciden en rechazar otra medida del libro blanco: seguir como estamos y no cambiar nada de una Europa que ya piensa a dos velocidades.