El veto a la designación de Miquel Iceta como senador autonómico en el el Parlament de Cataluña influye en clave nacional. Para el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, los partidos independentistas "vetan a Iceta porque quieren vivir del conflicto", aunque ha defendido que, pese a ello, "habrá convivencia".

Por su parte, la portavoz del Gobierno, Isabel Celaá, ve "incomprensible" el veto al líder del PSC, aunque niega que vaya a afectar a la gobernabilidad o a la formación de Gobierno.

Entretanto, los diputados electos de ERC han acudido este jueves al Congreso para recoger sus credenciales. Esquerra asegura que este asunto no condiciona la formación de Gobierno de Sánchez, pero dicen estar molestos por haber conocido la elección de Iceta a través de la prensa, según ha reconocido Gabriel Rufián.

Desde el PSC dan su propia versión. Su portavoz, Eva Granados, asegura que este extremo no es cierto. "Están mintiendo, lo conocieron por boca de Iceta, al que hoy están vetando", ha asegurado.

Por su parte, la vicepresidenta del Gobierno en funciones, Carmen Calvo, insiste en que la decisión de la Presidencia del Senado es solo del PSOE, porque el partido tiene mayoría absoluta en la Cámara Alta.

La vicepresidenta no solo critica el veto de los independentistas, que califica de "una gran torpeza política y jurídica", sino que también carga contra el PP y Ciudadanos por abstenerse en la votación en el Parlament. "¿Alguien entiende que se pongan de perfil cuando se trata de algo con arreglo a la ley?", ha reprochado.

No obstante, el líder del PP, Pablo Casado, justifica la decisión de su partido "por responsabilidad institucional" y sostiene que Sánchez se ha equivocado doblemente al proponer a Iceta: primero, por hacerlo antes de ser designado senador y, además, porque, a su juicio, "ha estado siempre más cerca de los nacionalistas que de los constitucionalistas", a lo que ha añadido que Iceta no es la persona adecuada en caso de aplicarse el artículo 155.