Acusados del mayor fraude fiscal de la historia de España, la multimillonaria familia Carceller podría regatear el banquillo, tal y como está negociando ahora con la Fiscalía.

El empresario Demetrio Carceller y su padre estaban citados en la Audiencia Nacional por haber ocultado, presuntamente, a las arcas españolas 72 millones de euros, una cifra que podría haber sido más abultada si no hubieran prescrito varios delitos.

Al padre, la Fiscalía le acusa de 13 delitos fiscales y uno de blanqueo, por lo que se enfrentaría a 48 años de cárcel y a una multa de 330 millones de euros, así como una indemnización de 41 millones a Hacienda y casi 31 millones a la Comunidad de Madrid. Por su parte, su hijo, como cooperador, se enfrentaría a 14 años de cárcel y una sanción de 118 millones de euros

En total, los Carceller manejan una fortuna de unos 3.000 millones de euros, gracias a un emporio empresarial en el que figuran la petrolera 'Disa', la cervecera 'Damm', 'Cacaolat', 'Rodilla' o participaciones en 'Sacyr' y 'Gas Natural'.

La Fiscalía acusa al padre de haber utilizado domicilios ficticios en Portugal y Reino Unido para no declarar su patrimonio en España aunque, en realidad, viviera en Madrid. Además, escondían la fortuna a través de un entramado societario que incluía paraísos fiscales como Panamá, Luxemburgo o las islas de Madeira.

La pena a la que se enfrenten los Carceller dependerá, por tanto, del acuerdo con la Fiscalía.