Los 816 nuevos contagios registrados en Cataluña hacen que las alarmas hayan saltado en el Govern, que no descarta tomar medidas más severas para evitar que aumente el número de positivos registrados.
De hecho, se espera que el pico de nuevos contagios se alcance a lo largo de la próxima semana. La evolución de los casos en las últimas 24 horas preocupa. Si este sábado se registraron 361 nuevos contagios, este domingo la cifra ha sido de más del doble, con esos 816 positivos por COVID-19.
Estos nuevos casos positivos elevan la cifra total a 76.318 desde el comienzo de la pandemia, mientras que el número total de personas fallecidas en Cataluña por coronavirus, entre casos confirmados y sospechosos, se sitúa en 12.617 según los datos aportados por las empresas funerarias.
Preocupa el brote de Segriá, pero también el de L'Hospitalet (Barcelona), cuyo Ayuntamiento ha cerrado este domingo pistas deportivas al aire libre para evitar contactos que faciliten la propagación del virus, sobre todo entre los jóvenes que se concentran en ellos para jugar al baloncesto.
Las autoridades sanitarias trabajan en la identificación de los focos que han ocasionado un rebrote en esta ciudad -la segunda mayor de la región-, con 107 casos en una semana, algunos de ellos en una residencia de ancianos.
Los ocho ancianos de la residencia La Torrassa que han dado positivo a COVID con un PCR son asintomáticos, pero la "sorpresa" ha llegado cuando se ha comprobado que cinco de ellos eran "repositivizaciones", es decir, personas que semanas o meses atrás habían pasado la COVID con un PCR positivo y que a los 15 días habían dado negativo y, ahora, han vuelto a dar positivo.
La alcaldesa de L'Hospitalet, Nuria Marín, ha dicho a Efe que se irá viendo el desarrollo del rebrote y si hay que tomar medidas más severas "se tomarán, sin problemas". Y todo sucede, mientras Galicia y el País Vasco celebran elecciones autonómicas entre medidas de seguridad y protección extremas para evitar que las votaciones supongan una extensión de la pandemia.