Ajeno a los sobresaltos asociados a su viaje, Puigdemont sigue recorriendo las Américas con una agenda cargada de reuniones. "Tienen interés en escucharnos. No les pedimos nada. Ni que nos reconozcan ni que se posicionen, no estamos en esa fase", ha asegurado la portavoz de la Generalitat, Neus Munté.

Así valora el Govern el comunicado emitido por la embajada estadounidense, en el que señalan que Cataluña "es un asunto interno de España", si bien afirman estar "profundamente comprometidos a mantener la relación con una España fuerte y unida". La administración Trump usa exactamente las mismas palabras que un viejo conocido: Barack Obama.

No obstante, la actual administración estadounidense no es la única en lavarse las manos. La fundación del expresidente Carter también niega, tras sentarse con Carles Puigdemont, que vaya a mediar para construir un consenso. Ciudadanos lamenta el derroche y el PP acusa directamente a la Generalitat de pagar para verse con Carter.

"Llegan al absurdo de pagar para que un político del pasado se siente con el president de la Generalitat", ha expresado Xavier Albiol, presidente del PP en Cataluña. Unas críticas a las que se ha sumado el secretario de Comunicación de Ciudadanos, Fernando de Páramo: "Que haga el ridículo Puigdemont me da igual, que lo haga con nuestro dinero es otra cosa".

El PSC se limita a criticar la calidad de la agenda del 'president'. "Lamentamos el escaso nivel de los contactos de Puigdemont. Son políticos retirados", se ha limitado a decir el secretario de Organización de los socialistas catalanes, Salvador Illa. También hay voces que recuerdan que es en casa donde tienen que lavarse estos trapos.

"Tiene que haber diálogo y tenemos que resolverlo entre nosotros. No es EEUU quien va a resolver esta cuestión", ha apuntado el presidente de la Generalitat Valenciana, Ximo Puig. El periplo de la delegación catalana por tierras estadounidenses ya ha acabado.