Puigdemont parece tener claro que este jueves no irá a declarar ante la Audiencia Nacional. Si eso se confirma, según ha podido saber laSexta, la Fiscalía reclamará una orden de detención contra él.

La jueza podría recoger esta petición en un auto que activaría la llamada Orden Europea de Detención y Entrega. "Es una medida que agiliza los trámites en cuanto a la puesta a disposición de cualquier estado miembro", según explica Miguel Pallarés, portavoz de la Asociación Profesional e Independiente de Fiscales.

A partir de aquí, las policías española y belga cooperarían y si Puigdemont es detenido, se pondría a disposición de un juez del país extranjero. Se trata de un proceso complejo y lleno de trámites que, como mínimo, se dilataría dos meses.

Jaume Alonso Cuevillas, abogado de Carles Puigdemont, ya avisaba de que "el president, como buen estratega que es, ya ha analizado todos los escenarios".

Y es que en el caso de Puigdemont podría ser bastante más tiempo dada la legislación europea, al ser delitos que no implican la entrega automática ni cumplen el llamado "principio de doble incriminación", es decir, no están tipificados igual en España y Bélgica.

Por eso, la Justicia belga tendría que entrar a fondo en la cuestión, retrasando la hipotética entrega, que se dilataría aún más teniendo en cuenta que tras esto se abriría un largo periodo de alegaciones.